“Mujeres al Volante”
“Mujeres al volante”
En la época actual es cada vez más común ver como las mujeres han logrado incorporarse en áreas de trabajo que anteriormente eran consideradas profesiones u oficios netamente destinadas a los caballeros, bien sea por las características del trabajo o por la dureza de la jornada laboral muchos puestos se han tenido hasta hace poco como exclusivos para los hombres. Sin embargo, hoy en día aspectos como el avance tecnológico, la tendencia a la automatización de los procesos, así como la búsqueda de la igualdad y equidad en el acceso al trabajo y los beneficios laborales para hombres y mujeres han facilitado el hecho de que la mujer pueda desempeñarse en oficios que antes representaban mucha dificultad o requerían de una notoria fuerza física.
El transporte es uno de esos sectores en los que aún se observa con sorpresa y como una gran hazaña el ingreso de una mujer, especialmente en el caso de las mujeres que se atreven a conducir camiones de carga. Estudios recientes estiman que en Europa las mujeres conductoras de camiones no superan el 1% de los puestos, sin embargo, en muchos países existe un déficit de personal que ha motivado a numerosas empresas a mostrarse más receptivas hacia la contratación de mujeres. Los empresarios han descubierto con agrado que las féminas que deciden incursionar en el mundo del transporte en camiones demuestran en su mayoría ser muy disciplinadas, responsables, cuidadosas y estadísticamente tienen mucho menos accidentes por imprudencia en la carretera.
España sigue siendo uno de los países europeos donde se observan menos mujeres como camioneras, pero la tendencia es al aumento y en gran parte se debe a la difusión que se le ha dado a aquellos casos de mujeres pioneras que han decidido dedicarse a este trabajo. Gran parte de ellas se han iniciado en el sector del transporte por el apoyo de sus parejas, padres o amigos que les han enseñado y motivado a tramitar sus permisos para la conducción en rutas nacionales e internacionales; algunas otras más osadas les ha tocado abrirse campo en un medio dominado por los varones como una forma de llevar el sustento a su hogar y poder criar a sus hijos.
De esta forma a lo largo de la geografía española se encuentran motivantes historias que aguardan detrás de cada uno de los rostros de la mujeres camioneras. Algunas de las más conocidas cuentan orgullosas sus comienzos a través de la web o en reportajes dedicados especialmente a ellas. Entre las más populares se destacan las siguientes:
Elena García una madrileña que ahora cuenta con 50 años y que se desempeñó por mucho tiempo en el transporte primero como camionera, luego como taxista y más tarde como conductora de autobuses para la empresa EMT. Desde los años setenta con apenas 21años y el apoyo de su pareja en ese momento, se atrevió a conducir algunos de esos gigantes de la carretera, convirtiéndose en una de las pioneras en ese sector.
Flor Martínez, una feliz camionera de 42 años que hace la ruta nacional de Madrid-Jaén-Ceuta para llevar la carga de ropa de una conocida empresa textil. Asegura haber encontrado en este empleo un ingreso seguro y apropiado para su sustento. Aunque solo lamenta el poco tiempo que puede estar en casa con sus hijos, pues generalmente solo logra permanecer un solo día a la semana, tiene la ventaja que sus hijos ya están crecidos, 19 y 24 años y han sabido adaptarse positivamente a las ausencias de su madre en el hogar, compensándolo con tiempo de calidad y un buen trabajo de equipo en familia.
Isabel Guardia, quien con 44 años de edad, casada y con dos hijos, decidió hace algunos años apoyar a su marido en su trabajo de autónomo con lo cual han conseguido ampliar su negocio, comprar otro vehículo y atender más clientes que demandan su servicios. Aunque en un principio le servía solo de acompañante con la experiencia adquirida pudo asumir su propia ruta y llevar ella misma el camión. Dice haberse ganado la confianza y el respeto de los hombres en el gremio y hasta la fecha no ha tenido ningún accidente vial.
Maite Bertrán está tan orgullosa de su ocupación que posee un blog personal “El Club de la Camionera” dedicado a compartir experiencias anecdóticas con otras mujeres que se dedican también a esta labor, así como intercambiar las estrategias que suelen utilizar para combinar de forma efectiva sus responsabilidades como madre, esposas y trabajadoras del volante.
Leonor Riquelme, una burgalesa de 42 años, perteneciente a una familia de tradición en el sector transporte, desde muy joven fue motivada por su padre para aprender a conducir camiones, tramitar su carnet y apoyar el negocio familiar. Ella y sus hermanas asumieron el reto y consiguieron rápidamente alcanzar el objetivo de manejar camiones. Hoy Leonor se desplaza con facilidad en rutas nacionales, especialmente con itinerarios entre Barcelona y La Coruña.
Pero, aun cuando todas ellas son dignas representantes del arrojo y la intrepidez de la mujer moderna y se trata de testimonios de reciente data, es sorprendente conocer que la primera mujer camionera conocida en España se remonta a los años cincuenta, de nombre Celia Rivas Casais, nacida en 1932 en Galicia, fue la hija menor un prominente empresario llamado Joaquín Rivas dedicado al transporte y quien le propuso a sus hijas aprender a conducir los camiones. Para el momento de la muerte del padre, Celia y sus tres hermanas: María, Palmira y Julita, decidieron asumir las riendas de la empresa a la que paradójicamente dieron el nombre de “Hijos de Joaquín Rivas”, pero que era dirigida solo por mujeres y se dedicaba al transporte de pescado fresco. Con la dirección y el trabajo de las hermanas llegó a ser una de las empresas más prósperas de la región, con más 200 empleados.
En definitiva, todas ellas son un claro ejemplo que en cualquier época, lugar y condiciones las mujeres son capaces de asumir con gran éxito las más inimaginables ocupaciones sin permitirse ser detenidas por quienes tengan una mentalidad tan estrecha que puedan considerarlas locas, demasiado osadas o no aptas para un oficio. En la actualidad tienen la ventaja de que muchos de los vehículos modernos están acondicionados para brindar comodidad y facilitar su conducción por parte de cualquier persona; además cuentan con un marco legal que les permite incursionar en diferentes áreas de trabajo en igualdad de condiciones y beneficios con respecto a los hombres, y cada día gozan más de la aceptación, el respeto y la admiración de sus compañeros en la carretera, de sus familias y de los empresarios que en muchos casos prefieren contrata mujeres camioneras.
Es cierto que aún existen muchas barreras por vencer en el gremio de los transportistas y que los aspectos negativos de la profesión afectan especialmente a las mujeres, quienes deben pasar muchos días fueras de casa, enfrentar los riesgos y las incomodidades de las carreteras, y soportar las largas jornadas de trabajo. Sin embargo, el ingenio y la capacidad femenina para superar las dificultades se evidencian en el creciente número de mujeres camioneras que pueden observarse, por lo cual es de esperarse que en el futuro deje de ser una novedad ver a una mujer desempeñarse sin problema en este tipo de trabajo.
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