En el mundo del transporte la profesionalización y la especialización de los conductores es cada vez más valorada e incentivada por los diferentes actores sociales que intervienen en este sector, por ello, empresarios, entes gubernamentales, trabajadores y usuarios buscan fomentar que se avalen los conocimientos adquiridos con la experiencia de trabajo y se abran nuevas opciones para la capacitación y el otorgamiento de credenciales que acrediten determinadas habilidades y destrezas de los conductores.
En coherencia con estas expectativas del sector, desde el pasado 18 de septiembre del año 2013, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó, según Real Decreto, la entrada en vigencia de un nuevo certificado de profesionalidad para conductores de vehículos de turismo y furgonetas; el cual puede obtenerse a través de la participación en un curso de formación que consta de unas 280 horas presenciales y que está diseñado para ser impartido en siete módulos, los cuales contienen temas fundamentales como: Mantenimiento de los vehículos, Conducción, Conducción y Circulación Racional; Operativa del Servicio; Prevención y Seguridad; Atención a Usuarios; y Prácticas profesionales no laborales. La mayor parte de los módulos se abordan en un lapso de tiempo que va de 30 a 60 horas; salvo el referido a la conducción que abarca unas 130 horas. El certificado otorga un nivel de cualificación de grado 2.
Asimismo, existen numerosas instituciones privadas que ofrecen curso particulares con contenidos muy similares a los contemplados en el certificado de profesionalidad para conductores de vehículos de turismo y furgonetas; esto con el objetivo de brindar la oportunidad a quienes se están iniciando es la conducción de este tipo de vehículos de contar con un aprendizaje previo que le facilite la aprobación de la certificación una vez decida calificar para su obtención. Los precios oscilan entre los 70 y 100 euros y en su mayoría incluyen un entrenamiento práctico.
Además, este tipo de certificaciones constituyen un importante apoyo a la profesionalización constante de los conductores y contribuye a que se garantice a las personas un buen servicio. Al mismo tiempo para los conductores representa la oportunidad para fortalecer sus conocimientos y complementarlos con temas de importancia inherentes al sector transporte, tales como: seguridad, normativa legal vigente, prevención, mantenimiento de los vehículos entre otros, con lo cual se fortalece la formación integral de estos profesionales.
Por tanto, el trámite para obtener esta certificación debe verse no solo como el cumplimiento de una normativa legal, sino como la oportunidad de afianzar el crecimiento profesional y consolidar una adecuada preparación que le permita a los participantes acceder a mejores opciones de empleo.